domingo, 19 de diciembre de 2010

Introducción

Extraído de "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero"

Las fábulas clásicas tienen figuras arquetípicas: héroes, víctimas,
mártires, guerreros. Los pacientes nerviosos son todas estas cosas... y
en los extraños relatos que se cuentan aquí son también algo más. ¿En
qué categoría emplazaríamos, en esos términos míticos o metafóricos, al
«marinero perdido», o a los otros extraños personajes de este libro?
Podemos decir que son viajeros que viajan por tierras inconcebibles...
tierras de las que si no fuese por ellos no tendríamos idea ni concepción
alguna. Precisamente porque me parece que sus vidas y periplos tienen
el don de lo fabuloso es por lo que he utilizado la imagen de Las mil y
una noches como epígrafe, y por lo que me he visto forzado a hablar de
relatos y fábulas además de casos. En esos territorios anhelan unirse el
científico y el romántico (a Luria le gustaba hablar de «ciencia
romántica»). Son territorios que se hallan en la intersección de hecho y
de fábula, esa intersección que caracteriza (lo mismo que en mi libro
Awakenings) las vidas de pacientes que se narran aquí.